La energía como motor de transformación social: hacia un Manaure más próspero

 

La verdadera sostenibilidad comienza cuando la energía se convierte en oportunidad

 

El desafío energético de la Colombia profunda

En las zonas rurales dispersas de Colombia, el acceso a la energía sigue siendo un reto que impacta directamente la calidad de vida de las comunidades. En territorios como Manaure, La Guajira, donde la pobreza y la falta de oportunidades han sido históricamente persistentes, llevar energía no solo significa encender bombillos: significa encender sueños, impulsar el desarrollo económico y fortalecer el tejido social.

La brecha energética representa uno de los mayores obstáculos para el desarrollo integral de estas regiones, perpetuando ciclos de desigualdad que afectan especialmente a las comunidades indígenas y campesinas.

 

Soluciones a la medida del territorio

Desde el Instituto de Planificación y Promoción de Soluciones Energéticas para las Zonas No Interconectadas (IPSE), trabajamos para cerrar las brechas energéticas y sociales mediante soluciones energéticas sostenibles, adaptadas a las condiciones específicas de cada región y respetando su identidad cultural.

El proyecto que estamos implementando en el municipio de Manaure representa un avance significativo en la estrategia nacional de ampliación de cobertura eléctrica en Zonas No Interconectadas (ZNI), con un alcance total de 1.344 usuarios. Esta intervención está orientada a garantizar el acceso continuo y seguro al servicio de energía eléctrica durante 24 horas a 59 comunidades indígenas Wayuu que históricamente han carecido de este servicio básico.

Avanzamos con determinación en la estructuración e implementación de dos componentes clave:

·         Sistemas fotovoltaicos OFF-GRID tipo microredes con capacidades entre 5kVA y 15 kVA, que beneficiarán a la mayoría de los usuarios, creando un ecosistema energético compartido y resiliente.

 

·        Soluciones individuales solares fotovoltaicas para viviendas dispersas, llevando autonomía energética a hogares que por su ubicación no pueden conectarse a las microredes.

 


Esta iniciativa se enmarca en el impulso a las energías renovables y al uso racional y eficiente de la energía, integrándose de forma transversal al desarrollo económico, social y ambiental del territorio. Los sistemas implementados representan una inversión en el futuro de La Guajira y van mucho más allá de proveer electricidad: son un paso estratégico para combatir la pobreza multidimensional, mejorar el acceso a servicios básicos y crear un ecosistema favorable para el emprendimiento local.

 

Energía que transforma realidades: el caso de éxito de Uribia

La experiencia previa en Uribia, también en el departamento de La Guajira, nos ha demostrado con resultados tangibles que la energía es una de las principales palancas para el desarrollo sostenible e inclusivo. En esta localidad, la implementación de soluciones solares transformó comunidades que vivían aisladas, generando impactos como:

·         Mejoras sustanciales en la conservación de alimentos y medicamentos, reduciendo el desperdicio y mejorando la seguridad alimentaria y sanitaria.

 

·         Surgimiento de nuevos emprendimientos locales que ahora generan ingresos adicionales para las familias wayúu.

 

·         Fortalecimiento del sentido de comunidad y pertenencia, revitalizando manifestaciones culturales tradicionales en horarios antes imposibles.

Manaure, ahora, sigue este mismo camino de transformación. Las instalaciones eléctricas en viviendas ya están en marcha, avanzando diligentemente y representando la primera etapa de un cambio profundo y sostenible.

 

Construyendo comunidades energéticas en zonas rurales

En el IPSE apostamos por un modelo que va más allá de la infraestructura técnica: construimos comunidades energéticas participativas. Esto implica un enfoque integral que incluye:

·         Capacitar a los usuarios en el mantenimiento básico de sus sistemas

·         Promover el uso eficiente y responsable de la energía

·         Desarrollar modelos de gestión comunitaria adaptados a las realidades locales

·         Fomentar proyectos productivos que aprovechen la nueva disponibilidad energética

Los sistemas de generación de energía eléctrica implementados permitirán el uso de electrodomésticos esenciales como: ventiladores, radios, televisores y neveras de bajo consumo energético, mejorando significativamente las condiciones de habitabilidad y confort para las familias Wayuu.

Además, el acceso a la energía de manera continua facilitará la implementación de proyectos productivos comunitarios como refrigeración de alimentos, producción artesanal o pequeñas unidades agrícolas con bombeo de agua, fomentando la generación de ingresos locales y aumentando el acceso a servicios de salud y educación.

Cada conexión instalada es más que un panel solar o una red eléctrica: Es una oportunidad para romper ciclos intergeneracionales de pobreza, impulsar economías locales resilientes y dignificar la vida en la ruralidad colombiana.