Lina Marcela Camacho Martínez es wayuu, tiene 17 años y es la personera de la Institución Etnoeducativa El Edén, ubicada en la comunidad de Medialuna, en La Alta Guajira, y hoy es una Centinela de la Energía.
Todos los días tiene que desplazarse casi dos horas a pie hasta su colegio, bajo el sol inclemente, pero cuando llegamos a su casa, luego de la jornada estudiantil, nos recibe con una sonrisa y engalanada con los mejores trajes y puntura de su cultura, lista para contarnos todo lo que ha aprendido recientemente.
A su casa no ha llegado la energía aún, pero hace parte del proyecto de interconexión que lidera el IPSE que en su primera fase llevó energía eléctrica por primera vez a 550 usuarios del Cabo de la Vela y Media Luna. En las siguientes fases conectará a más de 900 familias adicionales, entre esas la casa de Lina.
El Instituto de Planificación y Promoción de Soluciones Energéticas -IPSE- creó el programa ‘Centinelas de la Energía’ con el fin de fortalecer las relaciones entre el Instituto y las comunidades de las zonas no interconectadas beneficiadas con el servicio de energía. Su objetivo es informar a la población sobre los beneficios de la energía, uso eficiente de este servicio, derechos y deberes de los usuarios, y generar sentido de pertenencia hacia los proyectos e infraestructura que gestiona el Gobierno Nacional para su beneficio.
Actualmente el programa se adelanta con más de 100 jóvenes de grados 10 y 11 de las instituciones etnoeducativas de Medialuna y Cabo de la Vela, de La Guajira. A través de 6 sesiones de 2 horas cada una, estos jóvenes, que están conociendo por primera vez la energía, aprenden sobre uso racional y eficiente de la energía a través de lúdicas y dinámicas aterrizadas a su contexto sociocultural, con el compromiso de replicarlo con sus compañeros y familiares.
En el hogar de Lina solo hay un bombillo que funciona con un dispositivo portátil de baterías, el cual les sirve para iluminar su hogar en las noches. Pero pese a que no cuenta con el servicio las 24 horas, ya es plenamente consciente de que el momento en que se los instalen deben usarlo de forma responsable, desconectar los aparatos que no estén en uso, estar muy atenta a que sus hermanitas menores no jueguen con los cables, e incluso, conoce los tipos de fuentes de energías: renovables y no renovables, conocimiento que le permite saber que su responsabilidad no es solo con su hogar sino con todo el planeta.
“Lo que más me gustó de las capacitaciones fue que aprendimos, dialogamos, y también dibujamos. Tuvimos muchos espacios donde utilizamos nuestra creatividad como estudiantes. Yo puedo transmitir el mensaje a mi mamá, a mi familia de cómo se utiliza la energía, de que ojo que se vayan a quemar los niños, cosas así. O sea, estar pendientes, el mismo nombre lo dice, hay que ser centinelas”, expresa la estudiante.
Según el documento de Análisis de Plan Indicativo de Expansión y Cobertura de Energía Eléctrica PIEC 2019-2023 para La Guajira se estima que, a nivel departamental, hay 100.144 viviendas sin servicio público de energía eléctrica. Lo anterior sitúa al departamento de La Guajira en un Índice de Cobertura de Energía Eléctrica de 57,38%, uno de los más bajos nivel nacional.
Cumpliendo con los objetivos y compromisos de disminuir la pobreza energética en el departamento, a través de la ampliación de cobertura del servicio de energía eléctrica y mejoramiento de su infraestructura energética, el IPSE adelanta la ejecución de proyectos de soluciones energéticas sostenibles con redes y Fuentes No Convencionales de Energías Renovables FNCER para beneficiar usuarios del departamento. Actualmente adelanta un proceso de licitación para energizar a 1.323 usuarios de 145 comunidades y 323 Unidades Comunitarias de Atención. -UCAS- de primera infancia en esta zona del país.
Con este proceso el Gobierno Nacional cierra la brecha energética en estos territorios, en el marco de la transición energética justa, y capacitando a las nuevas generaciones para que tengamos más centinelas de la energía.