La presencialidad nos permite resolver asuntos y problemas de manera más ágil, nos ayuda a facilitar la comunicación, mejorar los vínculos laborales entre los trabajadores, y por ende mejorar la productividad. Asimismo, trabajar en el espacio laboral de forma presencial nos ayuda a establecer un equipo de trabajo y crear un sentido de pertenencia con la entidad.
Además, cuando trabajamos en la oficina experimentamos una serie de situaciones que son vitales para el desarrollo, como lo es la interacción social; también podemos contar con la presencia de nuestros compañeros, quienes nos pueden ayudar con consejos e ideas sobre nuestras labores diarias, hay un vínculo directo y emocional, esto genera una cooperación en el equipo de trabajo y el desarrollo profesional de cada colaborador.
El regreso a la oficina aporta una serie de ventajas que solo se pueden conseguir trabajando en el mismo espacio físico:
● Te concentras en el trabajo el 100% de tu día laboral.
● La colaboración con los funcionarios y contratistas es más estrecha, si estás en la oficina es más fácil y ágil coincidir para debatir ciertos temas laborales.
● La creatividad se verá favorecida, ya que, estos encuentros facilitan compartir ideas de forma activa.
● La sociabilización y la conexión en la oficina te ayuda a que te sientas en contacto con tus compañeros de trabajo, ayudando a mejorar tu salud mental y emocional.
● El contacto frecuente entre colaboradores facilita la alineación y la cohesión hacia un objetivo en común y eleva la motivación de cada uno.
Si sientes algún síntoma de ansiedad a la hora de salir de casa después de un largo tiempo, es importante acercarse a pedir ayuda al Grupo de Seguridad y Salud en el Trabajo, allí te darán ciertas recomendaciones para manejar estos sentimientos de miedo, temor e inquietud.
Con la mejor energía sigamos trabajando con todo el compromiso y en equipo para llevar soluciones energéticas a las Zonas No Interconectadas.